domingo, 9 de agosto de 2020

Géneros en la escuela


Algunas personas piensan que “género” es simplemente una palabra para referirse a las “mujeres”. Otras creen que solamente es un tema de interés para las “feministas”. Estas ideas, propias del sentido común, contribuyen a generar malentendidos y resistencias para incorporar la perspectiva de género en los diferentes espacios de nuestra vida cotidiana (personales, familiares, laborales, etc.)

 

Es importante no confundir género con mujer. Género hace referencia tanto a lo masculino como a lo femenino, a los roles, responsabilidades y oportunidades asignados al hecho de ser varón y ser mujer, y a las relaciones que entre ellos y ellas se establecen en el marco de una sociedad y una cultura.

 

Si bien el concepto de género se lo debemos al pensamiento feminista, en la actualidad es ampliamente utilizado por muchas disciplinas sociales, educativas, políticas y económicas para explicar los diferentes lugares que ocupamos varones y mujeres en la sociedad. Este concepto, a su vez, explica cómo se construyen asimetrías (de poder) entre lo masculino y lo femenino. En algunos casos, esas diferencias identitarias crean desigualdades y discriminaciones sociales, culturales, económicas y simbólicas. En este capítulo veremos cómo surge el concepto de género, a qué llamamos sistema de sexo-género, qué son los roles y estereotipos de género y cómo estos estereotipos crean y reproducen las desigualdades entre los géneros. Estos conceptos nos permitirán ir identificando el papel que tiene la escuela muchas veces para reproducirlos, pero también para problematizarlos e intentar cambiarlos, contribuyendo a que jóvenes y adolescentes vivan en una sociedad más igualitaria.

¿Cómo surge el concepto de género?

La pensadora existencialista y feminista francesa Simone de Beauvoir en su libro “El segundo sexo” publicado originalmente en 1949 señala en su célebre frase: “no se nace mujer, se llega a serlo”. Gracias a una revisión de los estudios antropológicos, etnográficos e históricos, la autora buscó demostrar que las características humanas consideradas como “femeninas” y “masculinas” no derivan de una supuesta naturaleza biológica sino que son adquiridas mediante un complejo proceso de construcción individual y social. En este sentido, el mayor aporte de su pensamiento fue “abrir la puerta” para que los debates de las “diferencias sexuales” pasaran del ámbito de la biología al de los estudios culturales, sociales y psicológicos en la década de los ´60. A partir de sus aportes podemos afirmar que sexo y género no son lo mismo. La disciplina que primero utilizó la categoría de género para establecer una diferencia con el sexo fue la psicología en su vertiente médica. Estudios realizados por este campo permitieron llegar a conclusiones novedosas para la década del 50 y del 60: que lo que determina la identidad y el comportamiento masculino o femenino no es el sexo biológico sino el hecho de haber vivido desde el nacimiento las experiencias, ritos y costumbres atribuidos a los hombres o las mujeres. Y concluyeron que la asignación y adquisición de una identidad a partir de una socialización de género es más importante que la carga biológica. Estos aportes abrieron las puertas para explicar las desigualdades que todas las mujeres sufrían, y aún sufren en su vida cotidiana, más allá del mayor o menor reconocimiento de sus derechos.

¿A qué llamamos sistema sexo-género?

 El sistema sexo-género es una forma simple y gráfica de explicar, al menos inicialmente, cómo nuestra sociedad divide a las personas en categorías que tienen consecuencias de desventajas múltiples (social, económicas, salud, educativas etc.) en sus vidas cotidianas. Cuando nacemos se hace evidente que la naturaleza dota a las mujeres y a los varones de órganos sexuales y capacidades reproductivas distintas. Vagina, clítoris, pene, testículos, ovarios son sólo algunos ejemplos de estas diferencias. De acuerdo con este sistema sexo-género, las características biológicas son las que determinan el sexo -hombre o mujer- y no han cambiado a lo largo de la historia de la humanidad. Tampoco dependen de la etnia o el lugar en el que vivimos. A partir de esas diferencias anatómicas cada cultura define una serie de características y reglas de “lo propio” de las mujeres y “lo propio de los varones” estableciendo dos esferas separadas. Por ejemplo, se dice que las mujeres son sensibles, maternales, cuidadoras, lloronas, charlatanas, lindas, dulces y dependientes. Mientras que los hombres son fuertes, valientes, inquietos, independientes, inteligentes y poderosos. Así vamos aprendiendo cuales son las formas adecuadas y posibles de sentir, de comportarnos, de vestirnos, de actuar en la pareja etc., de acuerdo a lo que cada sociedad considere qué significa ser varones y qué significa ser mujeres. Es así que estos estereotipos se reproducen igualmente en el escenario escolar. El género es una condición social y cultural construida históricamente. Tiene que ver con la esfera individual (nuestra forma de pensar y sentir, nuestra forma de 19 vincularnos con nuestro cuerpo y los de las demás personas), y con la esfera social (la división del trabajo, la distribución de los recursos y la definición de jerarquías y poder entre unos y otras).

 Entonces, ahora que leimos un poco mas podemos diferenciar mejor que 

SEXO remite a las diferencias biológicas entre varones y mujeres. Generalmente una persona es clasificada de uno u otro sexo de acuerdo a sus órganos sexuales y reproductivos.

 

GÉNERO es el conjunto de actitudes, roles, valores, comportamientos que determinan lo que debe ser un varón y una mujer, impuestos a cada sexo mediante el proceso de socialización. Por ser una construcción social y cultural, es dinámica y puede modificarse.



 

invitamos a  mirar el siguiente video que da cuenta sobre la identidad de género. Pueden dejar sus opiniones al pie de pagina gracias.






 

 


 


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